Hablando en general, para realizar la esencia de la mente, hay dos métodos. Uno es teniendo gran devoción al lama, como ya se ha discutido. A veces ha habido grandes lamas Kagyü que incluso sin haber recibido una introducción a la mente, desarrollan una devoción tan poderosa al lama. Y al recibir las bendiciones o al tener tal devoción poderosa, se pierde la noción del auto-aferramiento. Uno está completamente conectado con el lama y por ese poder se realiza la esencia de la mente. No hay nada que agarrar, nada en lo que aferrarse. Esto es simplemente omnipresente. De esa manera, el sistema Kagyü tiene un sistema tan poderoso de práctica de devoción.
Y luego a veces en los sūtras hay mucho énfasis en la práctica de la bodhicitta. Por altruismo y compasión y sabiduría juntos damos origen a la bodhicitta. Cuando practicamos la bodhicitta, tiene un gran método de igualarnos a nosotros mismos con los demás. Entonces después de eso, te intercambias con los demás y practicas que los demás son más importantes que tú mismo. Y cuando se practica esto repetidamente, debido a este poder, el aferramiento al yo, la autocomplacencia, simplemente se pierde. Esta es una manera maravillosa de lograr beneficios. No hay nada a lo que aferrarse, no hay nada que agarrar. No hay un yo interno que exista.
Entonces ves la naturaleza inseparable de la vacuidad y la compasión. La naturaleza de la compasión es la talidad; la naturaleza de la talidad es la compasión. No hay separación. Realiza la esencia de la mente justo ahí. Entonces ni existe ni no existe. Solo ves eso. Nada existe independientemente. Y sin embargo, dentro de eso, todo se manifiesta. Ves a todos los seres sintientes vagar en el saṃsāra a través de la ilusión, sin entender o darse cuenta de estas cosas. Entonces, de todos esos métodos, sea lo que sea que estemos experimentando, la realización es lo más importante. Sin eso, esta introducción no conducirá a ningún buen lugar. Entonces la realización es la forma de liberarse de los límites del saṃsāra.
Cuando experimentamos el Gran Sello, no podemos encontrar palabras con las cuales expresarlo. Así que el gran Brahmin Saraha dijo: “Cuando se pone mucho énfasis o esfuerzo en organizar la mente de acuerdo con la instrucción del lama, entonces no hay duda de que se realizará la sabiduría Co-emergente. Y esta está libre de todas las letras, símbolos y colores. No se puede expresar en palabras. Y no hay metáfora para expresar eso.” Esto es una encarnación de todas las cualidades, así que ¿cómo se puede expresar a los demás?
Entonces, con respecto a la mente que se presenta, observa que cuando tu mente pasada ha pasado, ya no está aquí, y de manera similar, la mente futura aún no ha llegado, aún no está aquí, y en el momento presente, este momento tampoco existe aquí. Entonces, de esa manera, la mente está libre del nacimiento, la permanencia y la cesación. Es tan fresca, alerta y clara. Eso se llama el Gran Sello, y eso se llama el cuerpo del dharma. Simplemente mira esto, simplemente mira este momento. La mente está libre de todos los límites. Entonces esta es una instrucción especial o introducción para conocer tu mente, para ver tu mente.

Cien eruditos y mil yogins pueden decir todo lo que quieran sobre la esencia de la mente. Pero todo puede resumirse con esta enseñanza de Jigme Lingpa. La mente nunca debe separarse del altruismo y la compasión. El altruismo y la compasión nunca deben separarse de la vacuidad. Y la atención consciente nunca debe separarse de la vacuidad. Estas son las enseñanzas clave.

La bodhicitta no es una práctica que encaje aquí o allá. La bodhicitta es todo. La bodhicitta es el preliminar, también es la práctica central, y también es el resultado final. Por lo tanto, debes cultivar la bodhicitta día y noche, continuamente. Cuando te despiertes por la noche, no pienses en ti mismo, recuerda a los seres sintientes y recuerda su sufrimiento.
Quien no ha realizado la esencia de la mente, la realidad misma, sufre. Ya sean ricos, pobres, hermosos, poderosos, inteligentes o no, si no han comprendido cómo son realmente las cosas, están destinados a sufrir. No olvides su sufrimiento y haz surgir la resolución valiente de no dejarlos atrás, sino de realizar actividades que los ayuden a liberarse del sufrimiento.
A través de la bodhicitta, te darás cuenta de que no hay un yo, el aferramiento al yo será destruido, porque cuando piensas en los demás no piensas en ti mismo.
En última instancia, ‘yo’ y ‘otro’ son solo pensamientos. Cuando comprendemos que no estamos separados de los demás, comenzamos a comprender la preciosidad de la compasión, de la bodhicitta.
Lo importante para ti ahora es destruir el aferramiento al yo y ver la esencia de la mente. No pienses en el pasado ni en el futuro. Ni siquiera pienses en el presente; no te apegues a ningún pensamiento. Mira tu mente en este momento. Observa el estado puro y natural tal como es.
Solo sosten la bodhicitta, altruismo y compasión, y nada más, día y noche. Purifica siempre tu mente manteniendo la conciencia del estado natural.
No te preocupes por la iluminación; el Buda ya está dentro de tu mente, listo para ser visto. Pero debido a que no podemos dirigirnos hacia adentro y estamos constantemente distraídos, no reconocemos al Buda. Cuando los pensamientos pasados han cesado y los pensamientos futuros aún no han surgido, en este espacio entre fijaciones, puedes vislumbrar la esencia de la mente que reside como el espacio; este es el Buda. Permanecer dentro de esta naturaleza continuamente, es la iluminación.
Cada vez que dejas de aferrarte, no hay causa del saṃsāra. Cada vez que empiezas a aferrarte, has creado nuevamente la causa del saṃsāra. El Buda en realidad no está en algún lugar lejano. El Buda siempre está listo para ser visto. Si no abandonas la fijación de un yo, sino que intentas escapar del saṃsāra aislándote de tu cuerpo, aún no serás liberado. Si abandonas a la fijación de un yo, mientras continúas viviendo en el mundo, serás liberado.
En particular, cuando surjan dificultades y sufrimiento, no te aferres a ellos, deja que esos pensamientos se disuelvan en el espacio. Incluso si hay un problema externo llamado así, la mente no necesita aferrarse. Las personas que no entienden esto a veces cometen suicidio, incapaces de soportar ni siquiera el problema más mínimo. El Buda no está en ningún lugar aparte de tu propia mi

Cuando hemos practicado la acumulación de dos aspectos, cuando nos separamos del egocentrismo, entonces naturalmente las cualidades iluminadas de la mente se realizarán y se revelarán. En realidad, el antídoto para la mente egocéntrica es el altruismo y la compasión. Acumular mérito elimina todos los oscurecimientos mentales, y su resultado es el logro de la sabiduría, la consciencia primordial.
Entonces, la causa es acumular mérito, que es un antídoto para la mente aferrada al yo y las aflicciones mentales. Existe tanto una acumulación conceptual como no conceptual. Guru Rinpoche dijo que “aunque la visión es tan alta como el cielo, la conducta debe ser tan fina como la harina”. Debemos abstenernos de causar daño a cualquier ser sensible, y debemos comprometernos en acciones que beneficien a los seres sensibles. Esta es la conducta de las seis perfecciones.
Entonces, eso es primero, la acumulación conceptual. Luego, la acumulación no conceptual o última es realizar el significado, la unión, de las dos verdades. Primero, uno debe cultivar la verdad conceptual del altruismo y la compasión por todos los seres sensibles - y con esa mente, incluso si recitas solo un oṃ mani padme hūṃ, impregnará a todos los seres sensibles; el mérito es inconcebible.
Luego, cuando meditas en la visión, la esencia de tu mente, realizarás la realidad definitiva, la unión de la vacuidad y la compasión. Milarepa dijo que aparte de realizar la unión de las dos verdades, o compasión-vacuidad, no hay un logro separado del propósito no dual del yo y los demás.

Entonces, puede llegar un momento en que te preguntes: “¿Cuál es el signo de haber logrado esta práctica del Gran Sello, quizás clarividencia, quizás levitación?” El gran Khenpo Rinpoche, de quien recibí enseñanzas, dijo que cosas como la clarividencia, la levitación, y demás, no son las cualidades del Gran Sello. El signo más importante de realizar elGran Sello es la compasión. Cuanta más compasión haya en la mente, más se potencia a sí misma, y ese es el signo del surgimiento de la realización del Gran Sello.